200 estudiantes de cinco colegios escenificarán este jueves El Retorno
IBARRA. Los organizadores dicen que preparan una obra de teatro móvil que busca escenificar los sucesos más importantes de ‘El Retorno’ de los ibarreños a su ciudad devastada luego del terremoto de 1868.
Silvio Enríquez es el maestro encargado de montar la obra. De cerca mira la interpretación actoral de cada uno de los 200 estudiantes que revivirán las 6 escenas más importantes de los sucesos registrados alrededor de ‘El Retorno’.
Los jóvenes estudiantes de los colegios Bethlemitas, Oviedo, Pensionado Atahualpa, Municipal e Inmaculada, tienen como objetivo, transmitir aquellos sentimientos y emociones de los sobrevivientes, cuando retornaron a una Ibarra en ruinas por un sendero hoy convertido en avenida.
Esa importante arteria de la ciudad, se convertirá en el teatro más grande del país este jueves 27 de abril, a partir de las 15:00. Sobre los adoquines, los 200 jóvenes actores en escena, con vestuario, diálogos y movimientos estudiados y definidos, recrearán en primera instancia, los hechos antes del terremoto.
En el segundo cuadro se narrarán las vivencias de algunos ibarreños durante el sismo. La tercera representación, según explica Enríquez, cuenta las historias heroicas del rescate de los heridos luego del desastre.
En la cuarta escena, los estudiantes de bachillerato de las instituciones educativas particulares, teatralizarán la reconstrucción de la Ciudad Blanca y en la siguiente interpretación, explicarán al público asistente, como nuestros antepasados planificaron ‘El Retorno’ a la nueva ciudad.
Finalmente, ya casi a la altura de la Unidad Educativa Víctor Manuel Guzmán, se escenificará ‘El Retorno’, hecho que se registró el 28 de abril de 1872. Aquel día, según narran los historiadores, unos 500 ibarreños, luego de vivir 4 años en una explanada ubicada en lo que hoy se conoce como parroquia La Esperanza, fueron los últimos en regresar a su tierra natal.
Vanessa Rosero, estudiante del colegio Oviedo, aseguró que era la primera vez que actuaba en una obra tan importante para la urbe. Dijo que es una experiencia inolvidable. “En estos ocho días que hemos practicado, he aprendido mucho de mi ciudad y puedo decir que hoy amo más a mi querida Ibarra”, confesó la menor.